Roselito
Bodegas Antídoto produce un vino rosado ‘popular’ y con personalidad histórica dentro de la DO Ribera del Duero. Éste es Roselito, el hermano menor de Le Rosé. El ‘coupage’ tradicional de Albillo y Tinto Fino procedente de viñas viejas, ofrecen como resultado este caldo de marcada originalidad.
Variedad de uva: Tinto Fino: 70%. Albillo: 30%
Elaboración: Prensado directo con los racimos enteros, mezclando uvas tintas y blancas. 12 días de fermentación en acero inoxidable.
Embotellado: 4 de marzo de 2021.
Producción 2020: 48.800 botellas.
Acidez Total: (AT TH2) 5,4 g/L
Ph: 3,29
SO2L: 25 mg/L
SO2T: 90 mg/L
% Vol: 13,5 ºAlc.
Roselito 2020. Añada abundante
Nos encontramos con una añada 2020 muy generosa por la cantidad de kilos de uva recogidos, pero ya desde el principio establecimos un sabio control sobre el ‘tsunami’ que el ciclo de la planta iba generando.
Nuestro objetivo fue el de acompañar la lógica del viñedo, con su abundante fruto, para no ir en contra de la línea que marcaba la propia naturaleza, introduciendo al mismo tiempo una supervisión que evitara el desbordamiento de la uva a vendimiar.
De este modo, se llegaron a recolectar 6.000 kilos por hectárea de un fruto muy bueno y cuantioso, incluso entre el viñedo viejo de Soria.
El clima registrado en febrero fue especialmente caluroso y se tuvo que esperar a marzo para percibir el frío. El campo recibió en estas fechas algunas nieves como la que pudimos anotar el día 16. Las copiosas lluvias de abril propiciaron el día 21 una brotación nunca vista en el campo soriano, entre diez y quince días de antelación en la comparativa interanual. Estas precipitaciones protegieron a las plantas de las heladas de primavera.
Ya en junio, el régimen seco tomó protagonismo tras el régimen de lluvias anterior. La floración se produjo el 15 de junio, y el envero se percibió hacia finales de julio, manteniendo esos diez días de antelación sobre las fechas normales.
Agosto discurrió con la normalidad propia de esta parte del año, mucho calor y sin lluvia. El 31 de este mes apareció el fenómeno de la escarcha en el viñedo.
En septiembre percibimos que el sol ya no calentaba como es habitual en los días finales del verano soriano. El tiempo otoñal registró mínimas entre 5º y 10ºC. Y el 20 de septiembre se recogieron 33 litros de agua que vinieron a homogeneizar el estado de madurez de la uva.
Los racimos se vendimiaron finalmente los días 24 y 25 de septiembre.
El Vino: Roselito 2020 genera una ‘ondulación’ llena y voluminosa que sucede en boca de forma pausada y palpitante.
Variedad de uva: Tinto Fino: 65%. Albillo: 35%
Elaboración: Prensado directo con los racimos enteros, mezclando uvas tintas y blancas. 21 días de fermentación en acero inoxidable.
Embotellado: 12 de enero de 2020.
Producción 2019: 60.000 botellas.
Acidez Total: (AT TH2) 6,2 g/L
Ph: 3,23
SO2L: 33 mg/L
SO2T: 79 mg/L
% Vol: 13,0 ºAlc.
Roselito 2019. Caluroso verano y seco.
El inverno seco caracterizó el comienzo de año. El calor se hizo notar entre el 18 y el 28 de febrero, después de algunas nevadas, pero la hierba del viñedo no creció y tampoco las yemas despuntaron, debido a que los suelos y subsuelos estaban fríos.
La brotación se produjo el 30 de abril, mes en el que llegaron las lluvias. Por su parte, mayo trajo heladas importantes (días 4 y 6). Frío intenso en plena primavera que provocó que el viñedo perdiera brotes y yemas, pero no los secundarios, hecho que preservó el bienestar de la planta. Tampoco se vería afectada por ‘estrés hídrico’ debido a las lluvias registradas.
El viñedo como corolario dio poca uva, pero sin notar sufrimiento por parte de la planta.
La añada 2019 se caracterizó finalmente por la climatología del verano, siendo caluroso y sequísimo en los campos sorianos. Se registró la canícula a finales de junio (el día 25, la floración), con diez días en los que el termómetro marco temperaturas de 40º, condición que se vino a repetir en los últimos días de julio.
Hacia el 10 de agosto se había completado el 50% del envero.
La lluvia no volvió a caer hasta la primera mitad de septiembre, acumulando 40 litros de agua.
El viñedo contó en esta parte del año con un desarrollo vegetativo abundante en hojas y tallos, a pesar del fuerte calor. El exceso de agua del año 2018 vino a paliar las consecuencias de las altas temperaturas.
La situación de extra vitalidad de la planta influyó para que los vinos de la añada 2019 conservaran una intensidad más que evidente y a la vez un fino equilibrio.
Variedad de uva: Tinto Fino: 70%. Albillo: 30%.
Elaboración: Prensado directo con los racimos enteros, mezclando uvas tintas y blancas.
21 días de fermentación en acero inoxidable. 3 meses de crianza.
Embotellado: 19 de diciembre de 2018.
Producción 2018: 45.000 botellas.
2018. “Por fin un año con estaciones”
En 2018 hemos podido volver a apreciar el paso de las estaciones en el viñedo soriano. El invierno estuvo marcado por el frío, por las precipitaciones generosas, con mucha nieve en enero, febrero, marzo, e incluso los días 10 y 11 de abril.
La vegetación despertó como de costumbre, floreciendo los almendros el día 3 de abril; la brotación se anotó el día 27. La primavera quedó a su vez marcada por la lluvia, el frío y, desgraciadamente, por las heladas del 1 y 13 de mayo que dejaron la cosecha de 2018 a la mitad.
El verano, con temperaturas moderadas de unos 30ºC, quedó marcado por las lluvias y ciertas tormentas aisladas, lo que permitió a las plantas crecer e impulsar sus ritmos vegetativos hasta finales de julio, cuando normalmente la vegetación frena su crecimiento natural a principios de este mes. Nos encontramos así en una situación más bien típica de un ciclo vegetativo atlántico, muy poco frecuente en la Ribera del Duero soriana.
Los meses de agosto hasta octubre fueron secos, con temperaturas moderadas y abundantes horas de sol, lo que facilitó la maduración lenta y la formación de complejos aromas de tinto fino y de albillo.
El vino
Roselito 2018 viene marcado por una añada de tipo atlántico, con un aroma complejo y sutil de flor etremezclado con fragancia vegetal. En boca, la acidez, nacida de la lluvia caída durante el año, acaricia las papilas gustativas y a la vez dibuja la estructura tónica del cuerpo de Roselito 2018.
Variedad de uva: Tinto Fino: 80%. Albillo: 20%.
Elaboración: Prensado directo con los racimos enteros, mezclando uvas tintas y blancas. 21 días de fermentación en acero inoxidable. 3 meses de crianza.
Embotellado: 9 de enero de 2018.
Producción 2017: 31.000 botellas.
El Vino
La añada de carácter seca y precoz nos ha traído un vino con poca acidez y muy generoso en aromas. Nariz, de estilo “barroco”. En boca sigue el «corte roselito” de todos los años, el de las viñas viejas de tinto fino y albillo, pero con un ataque más envolvente que nunca.
2017, año seco y precoz
Añada precoz la de 2017, aunque los almendros no estuvieron en flor en San Esteban de Gormaz hasta el 13 de marzo, fecha un tanto tardía comparada con la de otros años.
La primavera fue fría y seca. Nos dejó el 28 de abril una helada dura con temperaturas de -7ºC que se llevó por delante todos los brotes, aunque por suerte muchas de las yemas no habían salido y fueron salvadas. Aún así, la pérdida de cosecha fue de un 30%.
La floración fue muy rápida, entre el 5 y el 12 de junio. Ya con este dato pudimos suponer que tendríamos una maduración homogénea y una vendimia rápida. Y así fue.
Justo antes de comenzar el verano, a finales de junio, hubo una ola de calor anormal para la época, con temperaturas de hasta 38ºC durante un período de quince días, lo que hizo que las uvas adquirieran una piel gruesa y tuvieran poca pulpa.
Ya en julio volvimos a las temperaturas „normales‟ para las máximas, las mínimas fueron bastante frías, y recogimos 70 l. de agua (muy esperados) los días 7, 8 y 9 de julio. El envero fue precoz, comenzó el 26 de julio, con quince días de antelación.
Agosto nos trajo días más bien calurosos y noches frescas. Los días 27, 28 y 29 volvimos a recoger 50 l. de agua, lo que permitió mantener las plantas frescas a pesar de la sequía general del año.
Las “quitameriendas” (Colchicum montanum), que acostumbran a anunciar el fin del verano, también fueron precoces, apareciendo con tres semanas de antelación (el 8 de septiembre). Y vendimiamos Roselito 2017 entre el 20 y el 23 de septiembre, rápida vendimia, ¡tal y como habíamos previsto!
Viñedo:
Fechas de vendimia del 5 al 8 de octubre de 2016.
Suelos: arcillosos, arenas y calcáreo.
Variedad de uva:
Tempranillo – Tinto Fino: 65,40%.
Albillo: 34,60%.
Elaboración
Prensado directa con los racimos enteros, mezclando uvas tintas y blancas.
Temperatura fermentación: arranco a 16ºC, luego la fermentación fue controlada con camisas de agua fría entre 18-20ºC. El vino fermentó en depósito de acero inoxidable, un depósito de 15.600 litros de capacidad y depósito siempre lleno de 10.000 litros (con el volumen restante).
Tiempo de fermentación: Dos meses casi de fermentación, entre el día que arrancó, el 9 de octubre, y finalizó el 22 de noviembre.
Volumen estimado tras Fermentación alcohólica: 20.027 litros.
Producción 2016: 27. 354 botellas.
2016, Añada amable
Roselito 2016 es un rosado fruto de una añada benévola, con registros de cantidad y de calidad de uvas no antes visto por Bertrand Sourdais desde que llegara a las Tierras de Soria en 1999. Apuntamos también como rasgo de esta añada la existencia de una sequía estival que, de forma mágica, no hizo sufrir a la planta.
Roselito se expresa con la delicadeza de su raza soriana, rosado fino, elegante, listo a la hora de hacerse estimar por quien llega a catarlo.
La distinción de la añada es percibida en boca, apreciándose una acidez baja, que no es óbice para que el ph se mantenga en parámetros muy buenos, lo que transfiere al vino una sensación de acidez sutil. Nos encontramos ante un ‘vino hecho’, resultado de una particular ‘millésime’ 2016 que se ha trasferido a la delicada boca de nuestro Roselito.
Roselito 2016. 88-91 Parker