Dominio de Es
Carravilla

Carravilla es un peculiar paraje perteneciente, en sus orígenes, al desaparecido pueblo de Golbán, junto a Atauta. Solo 0,2 de sus 0,9ha totales conforman nuestra excepcional parcela que, al más puro estilo Grand Cru, siempre ha mostrado sus aptitudes particulares y se ha revelado como un terroir único. Y así lo hemos entendido e interpretado.

Justo al pie de la montaña, donde la ladera rompe con el valle, se acumulan los depósitos calcáreos que se deslizan por esta pendiente. La orientación, a pleno sur, se combina con el frescor y humedad que aporta el pie de la ladera. Tierra blanca con piedras calcáreas y justo encima las hileras de chopos y los antiguos huertos que hablan, al igual que en las parcelas de La Diva y La Mata, de un aporte de humedad profundo.

Es un clon de tempranillo distinto, con plantas más vigorosas y hojas más grandes que lo que solemos observar en los clásicos tempranillos de Dominio de ES.

La personalidad predominante en Carravilla proviene de ese aporte del calcáreo, que resuena en todos los aspectos de un vino cautivado por este terroir. Un punto salvaje, prehistórico. Un diamante en bruto.

Añada 2019

Localización: Paraje de Carravilla, Atauta, Soria, D.O. Ribera del Duero, a una altura de 935m

Superficie: 0,27 ha en una sola parcela

Viñedo: viejo Tinto Fino, Albillo

Suelo: arenas, limoso pedregoso calcáreo

Poda: vaso. Modo de cultivo: biodinámico

Exposición: sur, parte baja de ladera

Vendimia: 26 de septiembre

Total kgs recogidos: 702 kgs: 91,2% Tinto Fino y 8,8% Albillo

Vinificación: 100% despalillado. 20 días de maceración. Temperatura entre 20-29 ºC.

Extracción: riego con cubo cada día durante la F.A. (16 días)

Crianza: 2 barricas en total, de un vino

Grado: 14,3 % vol.

Acidez total: 4,9

pH: 3,77

2019, añadas que terminan en nueve…

Como muchas de las añadas que terminan en nueve, 2019 es, con diferencia, la mejor de las añadas de Dominio de Es. Un clima bastante seco, dos olas de calor…, y un viñedo que a pesar de ello no dió señal de ningún tipo de estrés. Hoy todavía es difícil comprenderlo. Quizás la abundancia y la generosidad en precipitaciones del año 2018 tuvieron algo que ver… La herencia del clima del 2018 cruzada con el clima seco del 2019 ha dado luz a una gran añada.

Del 1 de noviembre de 2018 hasta el 30 abril 2019 tan sólo recogimos 266 litros: un invierno seco. Y el 5 de abril, como todos los años, nevó. Anotamos la brotación el 30 de abril.

A pesar de las heladas de los días 4, 5 y 6 de mayo, la viña siguió creciendo a buen ritmo y sin dificultades. Normalmente las heladas de primavera crean un estrés a las plantas haciendo que rebroten de manera anárquica, no sólo en los pulgares de la poda, sino por toda la cepa. No fue así en 2019.

Nadie recuerda en Atauta haber visto una helada como la del 12 de junio. Por suerte estuvo muy localizada y afectó sólo al 10% del viñedo. Soria y su clima nunca nos dejan de sorprender…

La floración pasó por el 25 de junio, al mismo tiempo que empezaba la primera ola de calor de 2019 y que duró unos 15 días con temperaturas de unos 40ºC.

La segunda ola de calor llegó el 22 al 26 de julio. Desde el 1 de mayo hasta el 31 de agosto tan sólo cayeron 45 litros, un verano extremadamente seco.

Las lluvias del 15, 16 y 17 de septiembre (31 litros) más los 9 litros recogidos el día 21, ayudaron a las viñas en su proceso de maduración y permitieron alcanzar un tamaño de uva normal y unos buenos rendimientos (70 cl de vino por 1 kg de uva, la media está en 63 en Dominio de Es) a pesar de un verano tan extremo. Estos son los pesos medios de uva de los tres últimos años:
Año 2017: 1,78 g/baya Año 2018: 2,05 g/baya Año 2019: 1,90 g/baya

Aunque no hay que olvidar que la helada de primavera se llevó por delante buena parte de la cosecha y que los rendimientos de 2019 se quedaron tan sólo en 2750 kgs/ha de media…